Hotel Costasol y la "Trilogía del Dólar" III - "El bueno, el feo y el malo"

DUELO A TRES BANDAS EN SAD HILL

Miradas frías como témpanos de hielo bajo un sol inmisericorde. Así podriamos describir la secuencia más icónica de "El bueno, el feo y el malo", el tercer western que Sergio Leone rodó en tierras almerienses a principios del verano del año 1966.

A punto de cumplirse el 50 aniversario del rodaje del mejor spaguetti western de la historia, publicamos esta úlima entrada sobre la "Trilogía del dólar" como homenaje a todas aquellas personas que trabajaron en estas tres magníficas películas que, lejos de reproducir los patrones clásicos del género western, enriquecieron y ampliaron sus fronteras, al mismo tiempo que difundían por todo el mundo los paisajes de Almería como el "Far West" español, y que así quedará para la posteridad en la historia del séptimo arte.

El mismísmo Quentin Tarantino se ha referido a esta magistral cinta como la película mejor dirigida de la historia del cine. Y es que es bastante evidente la influencia de Leone en las filmografias de Tarantino y otros jóvenes, y no tan jóvenes cineastas, cuando de tensar la cuerda y rodar escenas violentas se trata.

Quienes tuvimos la fortuna de disfrutar de estas películas sentados sobre aquellas duras sillas metálicas de los ya trístemente desaparecidos "cines de verano", quedamos gratamente sorprendidos algunos años mas tarde al descubrir que algunas de aquellas míticas secuencias se rodaban en el desierto de Tabernas, a escasos 40 km. de nuestra ciudad, en un entramado de ramblas, fuertes de cartón-piedra y poblados de madera, que hoy representan un importante activo para nuestra industria turística.

 

LA PRECUELA DE LA TRILOGÍA

Aunque hoy estamos acostumbrados a las precuelas en el cine, o sea rodar entregas anteriores de una saga, al parecer esta es una costumbre que viene ya de lejos.  

"Por un puñado de dólares" y su secuela "La muerte tenía un precio" se desarrollan después de la guerra civil americana (1861-1865). En "La muerte tenía un precio", el personaje de Lee Van Cleef es un veterano de dicho conflicto, pero en esta precuela podemos ver los combates entre unionistas y confederados. Si bien es cierto que, debido a las altas dósis de improvisación con que Leone abordaba todos sus proyectos, no podemos decir que exista una conexión narrativa entre las tres entregas de la trilogía.

Esta última película de la serie narra las andanzas de tres peligrosos delincuentes Rubio (Clint Eastwood), Tuco (Eli Wallach) y Sentencia (Lee Van Cleef) tratando de localizar un tesoro escondido en la tumba de un tal Arch Stanton, y de cuya existencia todos ellos han tenido noticia por diferentes circunstancias.

 

Y POR FIN LLEGAN LOS DÓLARES

Debido al éxito alcanzado por las dos entregas anteriores, Leone dispone por fin de un presupuesto adecuado para filmar sin restricciones este proyecto, aunque todavía muy lejos de lo que hubiera costado de haberse tratado de una producción de Hollywood. Aun así, 1.200.000 dólares (unos 150 millones de pesetas de la época) era una cifra considerable que permitía rodar en multitud de localizaciones repartidas por media España (Guadíx, Burgos, Álava y los estudios Cinecittá de Roma, dónde se dio la primera claqueta), además de construir un poblado del Oeste en Tabernas (poblado del Fraile), muy cerca de dónde hoy se pueden visitar los decorados de películas "Minihollywood" "Texas Hollywood" o "Cinema Studios Fort Bravo".


Por otra parte el caché de Clint Eastwood se disparó exponencialmente, ya que gracias a las anteriores entregas de la saga se había convertido en una estrella. No contento con cobrar un cuarto de millón de dólares de salario (1.167.000 euros, calculando la inflación y el cambio actuales), también pidió un Ferrari más el 10% de los beneficios netos en Estados Unidos. Cifras multimillonarias si las comparamos con los 40.000 dólares que se embolsó Lee Van Cleef, el otro protagonista del film junto a Eli Wallach.

 

EASTWOOD VERSUS LEONE


Leone con Eastwood en un
momento del rodaje
Conseguir que Eastwood aceptara el papel no fue tarea fácil, las reticencias del actor americano no hicieron sino tensar las ya de por sí complicadas relaciones entre estas dos grandes figuras del celuloide. Con el guión también surgieron discrepancias, al parecer Eastwood no estaba contento con su papel, y de hecho se lo hizo saber a Leone de una forma muy poco diplomática: "En la primera película estaba solo, en la segunda éramos dos, ahora somos tres. De segir así en la próxima pondrán mi nombre junto al de toda la caballería americana"

Yosemite Sam
Dicen las malas lenguas que a Leone nunca le gustó la voz de Eastwood y que prefería fotografiarle sin hablar, explotando la mirada fría y el rostro hierático del tipo duro, con su sempiterno cigarro en la boca. Eastwood, que cuidaba su físico como un atleta no fumaba, y empezaba a estar muy harto del dichoso cigarrito y de tener que enfundarse, una vez más, aquel poncho que acumulaba mugre de tres rodajes. Por otra parte estaba muy descontento con las duras condiciones de trabajo a las que se veía sometido trabajando con Leone. Y por si esto fuera poco, se sentía un bicho raro en unos rodajes, dónde apenas se podía comunicar con el equipo técnico formado en su mayoría por una legión de italianos recalcitrantes. Por eso cuando vio que las mejores frases se las habían dado a Eli Wallach, montó en cólera y se paso todo el rodaje haciéndo chistes sobre Leone al que puso el mote de "Yosemite Sam" por su mal temperamento.

La tensión no hizó sino aumentar durante el rodaje cada vez que Leone insistía en hacer más y más tomas desde diferentes ángulos. Eastwood se mostraba poco colaborador, pero como buen profesional nunca se negó a hacérlas, pese al cansancio acumulado en las maratonianas sesiones de rodaje.

 

 FAMA Y RECONOCIMENTO

Esta película encumbró a Sergio Leone y le abrió las puertas de Hollywood, aunque antes de permitirle rodar su próximo proyecto "Érase una vez en América" en suelo estadounidense, le pedirían que rodara otro western. Leone, aunque ya un poco cansado del género, accedió y les entregó de nuevo a los americanos una cinta memorable, con Henry Fonda, Charles Bronson y Claudia Cardinale encabezando el reparto, y a la que tituló, con su carterística retranca de romano díscolo "C'era una volta il West", es decir "Érase una vez en el Oeste".

En España, fieles a la tradición de invertarnos los títulos cuando el original no nos gusta "Érase una vez en el Oeste" se estrenó como "Hasta que llegó su hora" (1968), una gran película con guión de Bernardo Bertolucci y Dario Argento y a la que dedicaremos una próxima entrada en este blog de cine rodado en Almería.


UN RODAJE BASTANTE ACCIDENTADO

"Hasta que llegó su hora" hubiera sido un título premonitorio para el "El bueno, el feo y el malo" si tenemos en cuenta que el rodaje pudo haberle costado la vida a Clint Eastwood.  Prestando atención a la secuencia de la voladura del puente, se puede apreciar perfectamente el gran riesgo al que estuvo sometida la integridad física del actor, debido a un pedazo de metralla procendente de la explosión que pasó rozando su cabeza. (Visionar el video sobre el minuto y quince segundos)



Eli Wallach tuvo también lo suyo cuando, debido al insoportable calor del rodaje, decidió beber sin preguntar de una botella de refresco, que en lugar de limonada contenía aguarrás.

Pero la nota más hilarante de todo el rodaje la puso un desafortunado incidente protagonizado por nuestra infantería. El ejercito español había aportado a la producción un importante contingente de 1.500 soldados para ayudar a construir varios escenarios, como por ejemplo el cementerio donde transcurre el duelo final. Leone agradecido concedió al oficial que mandaba las tropas el privilegio de detonar la carga explosiva en la escena de la voladura del puente. El hombre entusiasmado, accionó el mando del detonador antes de que el director tuviese siquiera tiempo de gritar ¡Acción!, produciendo una espectacular explosión que las cámaras no pudieron filmar. ¡Más de un mes de duro trabajo volado en unos segundos!. Afortunadamente el decorado se reconstruyó en tiempo récord para que la escena pudiera volver a rodarse.

LA MÚSICA DE ENNIO MORRICONE

Una de las razones fundamentales que obligan a considerar esta película como antológica en su género es la soberbia banda sonora que firma Ennio Morricone.

En esta tercera colaboración entre Sergio Leone y Ennio Morricone, el compositor optó por continuar en la senda abierta en sus anteriores trabajos, tanto en las armonías como en los característicos silbidos, disparos, golpes etc. El tema principal, que se asemeja al aullido de un coyote, es una melodía usada como motivo musical para caracterizar a los personajes principales. La melodía es interpretada con diferentes instrumentos para cada uno de los protagonistas: una flauta para Rubio, una ocarina para Sentencia y voces humanas para Tuco. La banda sonora se completa con otras extraordinarias composiciones como la balada "Historia de un Soldado", cantada a modo de coro por un grupo de prisioneros mientras Tuco es torturado. El clímax de la película llega con la melodía titulada "Éxtasis del oro", que introduce la escena del duelo final en el cementerio de Sad Hill.


DUELO A MUERTE EN SAD HILL

Y así llegamos a la escena cumbre, El duelo de los tres protagonistas en el cementerio de Sad Hill. Tuco descubre el cementerio y corre en busca de la tumba donde cree que estará escondido el botín, pero el dinero no se halla en esa sepultura. Más tarde llegan al mismo lugar Rubio y Sentencia.  Rubio escribe en una piedra el nombre de la tumba donde está el botín y la coloca en medio del círculo empedrado. Llega el momento culminante de la película, que la disfruten...

 

 La película y sus protagonistas en Internet

El Bueno, el feo y el malo - IMDB
La trilogía del dólar - Wikipedia 
Sergio Leone - Wikipedia
Clint Eastwood en la Trilogía del dólar
Lee Van Cleef - Wikipedia
Eli Wallach - Wikipedia

Otras Webs de interés

Trailer de "Spanish Western" - RTVE
Almería Espacio Fílmico
Poblados del Oeste en el Desierto de Tabernas

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